Porque ella me amo aun antes de conocerme, que dio su vida, su figura por darme vida a mí.
No hay amor más grande que el de una madre que todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta, por verte feliz.
Su amor es incondicional, su amor no tiene límites, siempre listo para perdonar y abrazar.
El gran amor que me ha dado mi MADRE, el mundo no lo conoce, es perfecto y sin defectos.
El amor de mi MADRE es paciente, bondadoso, sincero, dulce. No toma en cuenta el mal recibido, sino que se alegra con los besos recibidos.
Su amor me protege, me reconforta, me sostiene…
En sus brazos siempre hallo refugio y consuelo.
1 Juan 4:16 El que permanece en amor, permanece en DIOS y Dios en él.
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